Una invitación llegó desde Monte Grande una ciudad a las afueras de Buenos Aires donde su principal atractivo es un tanque de agua muy grande en medio de la misma, este hace alusión a una nave espacial extraterrestre y que es el punto de referencia de cualquier persona que la conozca.
En primer lugar me desplacé a Canning y a Ezeiza por invitación de la Familia Cofone quienes me invitaron a conocer, descansar y ayudar al uso de un telescopio recién adquirido, donde un par de noches estrelladas a las afueras de la gran Buenos Aires fueron perfectas para conocer el manejo y potencial de este instrumento. Luego me desplacé hacia Monte Grande donde la representante de un proyecto en desarrollo de astronomía se interesó por la visita y movió toda su voluntad para atravesar una serie de requisitos burocráticos y en contra de todo pronostico logró la aprobación de su colegio para la visita de MOCHILEROS ASTRONÓMICOS y así poder reforzar las actividades y acercamiento de estos jóvenes de secundaria a las ciencias del espacio.
Un recorrido turístico por la ciudad de Monte Grande me llevó al Instituto de Formación docente, donde me comentaron de exhibiciones creadas por estudiantes cuyo profesor era aficionado a la astronomía. Al llegar me encontré con modelos de relojes solares, escala del sistema solar y planetas y otro tipo de impulso a la astronomía, así como un observatorio astronómico en frente del mismo, que para el momento de la visita estaba cerrado.
Así mismo fui contactado por la ONG Mamis Solidarias quienes me invitaron a compartir con su grupo de niños una actividad llena de mucho aprendizaje. A partir de actividades de estímulo visual y científico enseñé una pequeña escala del universo, planetas y una observación solar con telescopios y filtros para por su puesto, no dejar de sorprendernos y divertirnos con el popular lanzamiento de cohetes. Momentos de gran emoción vivieron estos pequeños y que se evidencia en estas fotos, cortesía de esta ONG.
Ya para cerrar la visita, conocí a los estudiantes de la Escuela de Educación Secundaria, allí compartimos los conocimientos de su proyecto en relación a las estrellas y su evolución, constelaciones y mitos así como un viaje de exploración y conocimientos en el sistema solar que también fue complementada con una observación solar telescópica con gafas y filtros solares.
una mañana diferente donde todos quedaron contentos.
A pesar de toda la burocracia e inseguridades la ciencia y la buena disposición lograron avanzar y después de todas las asesorías pertinentes y respaldos que posee mochileros astronómicos se obtuvieron las imágenes que, ya sea por temor o la mala interpretación de una norma o ley impedían mostrar en este portal las actividades que estos jóvenes realizaron con este proyecto.
Fotos que muestran actividades de recreación, educación, sonrisas, encanto ante las grandezas y maravillas del universo como las que normalmente se muestra en cualquiera de nuestras entradas y en todas las visitas que hacemos y en donde no hace falta una autorización para ser mostrar cuánta felicidad se alcanza al conocer la astronomía.
LA PLATA. Una ciudad que entre diagonales apunta al cielo.
El Observatorio Astronómico de la Plata es tan antiguo como la ciudad que partió de dos estructuras importante. El Observatorio Astronómico adentrado en el Bosque después de la calle 1 y la Catedral en pleno centro que a partir de entonces se despliega entre cuadras y diagonales siendo una planificación de números que van del 1 al 31 en dirección Este-Oeste y de la 32 a la 72 de norte a sur sin pasar, curiosa o convenientemente por la calle 52. Su diagonal 74 está orientada de Norte a Sur haciendo muy interesante recorrer sus calles encontrándose rotondas en plazas importantes cada 6 cuadras.
Hospedándome con Azul y su familia con quien tuvimos largas e interesantes y divertidas conversaciones de diferentes tópicos, historia, astronomía, música, viajes entre mate y café achocolatado.
En una de esas casualidades astronómicas me encontré con Jorgelina Alvarez una astrofotógrafa de gran reconocimiento, meteoróloga de profesión, realizó una de las hazañas más interesantes de su carrera, una expedición a la Antártida, donde durante un año, fotografió desde la Base Argentina de Marambio las duraderas noches del invierno austral y ofreció a los amantes del cielo estrellado espectáculos únicos de esas latitudes convirtiéndose en una referencia obligatoria y que pueden consultar y conocer su trabajo en su cuenta de Instagram
Seguidamente me dirigí al Planetario de la Ciudad de la Plata, perteneciente a la Facultad de ciencias Astronómicas y Geofísicas, una de las primeras del país y que junto con los observatorios astronómicos que posee convirtióse junto con el Observatorio de Córdoba en los íconos fundamentales del desarrollo de la astronomía de suramérica.
Un recorrido por la facultad por parte del Licenciado Astrónomo Diego Bagú y actual director del Planetario de la Plata fue brindado para conocer sus edificios centenarios y muy bien cuidados y en donde realizan observaciones los estudiantes e investigadores de la facultad así como el público visitante que previamente solicita la visita. El tranquilo espacio de la facultad permite a los estudiantes disfrutar de una tarde de estudios tranquila en las áreas verdes a pesar de estar muy cerca del centro de la ciudad y el complejo cuenta con equipos GPS, meteorológicos y de desarrollo de óptica tan completos como antiguos pero con esa magia cautivante que atrapa a todo aficionado a la astronomía y por su puesto a los estudiantes que allí hacen vida.
Ya en el Planetario, me encontré con una sala de apróximadamente 17 metros de diámetro con una cúpula de unos 10 metros de altura e inclinada unos 25°. Dispuestas 175 butacas escalonadas, permite disfrutar a los visitantes de una proyección Full Dome y de inmersión que con un proyector Digistar V reproduce diferentes funciones que desde el Planetario mismo produjeron y que se convierte en uno de los pocos planetarios de suramérica que en apenas 7 años de inauguración cuenta con producciones propias de gran calidad, entre estas, la historia de BELISARIO, El Pequeño gran Héroe del Cosmos cuya animación ha sido premiada y reconocida en otros planetarios del mundo y cuya historia te atrapa y cautiva entre la trama el suspenso y banda sonora.
Para el fin de semana de esta visita, pude desarrollar actividades en el Hall del Planetario con el grupo del Colegio Yapeyú de la ciudad de Corrientes que visitaba el lugar así como ofrecer una conferencia de astronomía y contaminación lumínica dentro de la sala, que combinada con las producciones propias del planetario y una selección musical de alta calidad, y apoyado por el personal técnico, operadores y guías de turno que hicieron de la misma una experiencia que todos disfrutamos.
Para finalizar la semana me encontré con viejos amigos Gastón, del Planetario de Merlo de la ciudad de Monte Hermoso, cuyo Centro Astronómico estaré visitando en las próximas semanas.
El Planetario de la Plata será escenario del próximo encuentro de la Asociación de Planetarios de América del Sur donde fui invitado a relatar no solo lo acá vivido sino el aprendizaje obtenido en los que para entonces serán 30 planetarios visitados en este viaje de Mochilero, viaje que continúa y que pueden seguir a través de las redes sociales en INSTAGRAM y FACEBOOK.
Rumbo a las costas del océano atlántico.
Excelente trabajo y un saludo desde Astrodom
Felicitaciones Bryant y mucha suerte en tu próxima ruta !