Como escribí al inicio de mi viaje una de mis más grandes metas era conocer la ciudad de Rosario. Desde que por vez primera tuve contactos con el grupo CHAKANA DEL SUR y el COMPLEJO ASTRONÓMICO MUNICIPAL en 2016 donde realizamos el experimento Eratóstenes - yo en Caracas, ellos en Rosario - y supe además que tenían un proyector planetario Zeiss del mismo modelo que el planetario de Caracas.
Fue entonces como el mapa de mi ruta apuntó siempre esta ciudad pero la fecha de llegada se estimó cuando en la provincia de San Juan, cerca de las fechas del eclipse, el primer adelanto de esta llegada se conversó con Juan Ignacio y Sandra en quienes me invitaron a asistir luego de conocerme en el III WorkShop de Astronomía de esa ciudad.
Para finales de agosto, donde además de coordinar con el Complejo Astronómico Municipal, la Asociación Amigos del Observatorio y Planetario de Rosario también aprovechó nuestra visita para realizar actividades conjuntas.
Fue Así como llegué a la ciudad de Rosario, donde me encontré con Yayo y Sofía del Proyecto Miradas, quienes así como yo, desde hace muchos años tomaron un vehículo y recorrieron Latinoamérica enseñando astronomía y donde sus hijas nacería en México y Brasil respectivamente antes de volver a Casa a seguir compartiendo los conocimientos en Funes, Ciudad cercana a Rosario.
Con ellos compartí unos días antes de ir entonces a Rosario donde me dirigí al Planetario pasando por los lugares emblemáticos de la ciudad, sorprendiéndome de cada lugar que pasaba.
Fue entonces cuando llegando al Parque Urquiza noté entre los árboles el Planetario, con una gran emoción de estar allí y como había imaginádolo desde que lo vi por primera vez en fotos estando en Venezuela hace 3 años, me conmovió estar allí y fue entonces que Guillermo, Juan Ignacio y Esmeralda me recibieron.
Con gran entusiasmo y cálida bienvenida comenzó el recorrido interno hasta llegar a la Sala de proyección donde mi emoción fue mayor al ver el Equipo proyector Planetario y el Panel de control que es exacto al que operaba en Venezuela durante mis años en el Planetario Humboldt. Fue emotivo estar allí y simulando por pocos minutos un cielo estrellado me llevé una sorpresa en el cambio de perspectiva de la proyección, ya que claro, estoy en el hemisferio sur ahora. Muchas de las cosas que se proyectaron en la Sala han sido capturadas por la Lente de Esmeralda Sosa, con quien también compartimos experiencias y conocimientos entorno al equipo de proyección y que compartió su galería fotográfica, pues ha sido ella quien ha dedicado años catalogando en imágenes el potencial de este equipo y registrándole en su blog donde pueden apreciar su gran labor también como técnica y operadora: ACCEDE A SU GALERÍA ACÁ: FOTOS ESMERALDA SOSA
Entre las actividades realizadas en el planetario, estuvieron 2 sábados consecutivos de demostraciones interactivas a las familias rosarinas en la explanada frente al planetario donde de forma divertida enseñamos junto a los amigos del Planetario, cráteres y meteoritos, observación solar con gafas solares y lanzamiento de cohetes, por otro lado, una conferencia de Arqueoastronomía Suramericana fue impartida por mí en el salón copernico, donde dos horas y media fue el tiempo que duró compartir con los asistentes mis experiencias en las ruinas visitadas en el continente durante mi recorrido por la ruta de Mochileros Astronómicos y Mochila Astronómica.
Disfruté de conocer el complejo astronómico y sus alrededores, de los cielos estrellados y los sitios visitados en la ciudad.
Una de las últimas experiencias, de muchas vividas en esta ciudad, fue la de compartir con los integrantes de Chakana del Sur y los Amigos del Observatorio, una salida observacional con telescopios y comida, una presentación de la banda Los Sarrasani y asistir a un partido de futbol con Guillermo, donde el equipo local Newell's Old Boys salió victorioso entre muchas otras que me brindaron felicidad antes de partir a mi siguiente destino, Buenos Aires.
Rosario, ha sido una ciudad donde en dos semanas me sentí parte de ella. Conocerla y hacer amigos, sentirme bienvenido y con las puertas abiertas hicieron realmente sentirla como un nuevo hogar al cual regresar, fue entonces como feliz pude continuar mi ruta, cumpliendo una meta, un sueño de conocer y vivir una vida rosarina y es que a pesar de haber tardado un año y 10 meses y a pesar de que faltará mucho para regresar, como dice la canción, “Rosario siempre estuvo cerca”
DESPEDIDA DE PABLO
Desde la llegada a Rosario, Pablo, mi compañero de viaje y amigo tomó la decisión de retirarse físicamente del proyecto por asuntos personales, por esa razón a partir de mi llegada a Buenos Aires, continuaré en solitario el viaje y recorrido más contando de la misma manera con su apoyo a través de las redes sociales y experticias en diseño como durante 9 meses fue.
Por eso, quiero ahora a manera de agradecimiento exponer algunas fotografías de este gran compañero que no alcanzarán para reconocer suficientemente su compañía y dedicación que impulsaron tremendamente este proyecto y que así lo seguirá siendo a pesar de la distancia.
Muchas gracias amigo Pablo, mucho éxito en tu nueva ruta.
