Terminada nuestra Astroaventura en Pisco, decidimos emprender rumbo a Cusco, la ciudad más visitada del Perú, el objetivo era el Planetario de Cusco. Comenzamos a hacer dedo desde el distrito de San Clemente y durante varios empujones llegamos a Pallasca, un pequeño caserío de unas 30 familias, que no aparece en google maps, pero existe, allí decidimos pasar esa noche pero antes de acampar, nos encontramos con un grupo de unos 15 niños a quienes les mostramos parte de nuestras actividades, un lanzamiento de cohetes donde culminada la actividad al anochecer, los niños la continuaron construyendo sus propios cohetes y hasta la medianoche elevando su creatividad a lo más alto.
Al día siguiente, visitamos cerca, las ruinas de Tambo Colorado, habitada por las tribus Chinchas, tenían una amplia fortaleza hecha de adobe donde podían contemplarse 3 torres principales orientadas de Este a Oeste que según la perspectiva simulaba un observatorio astronómico de solsticios y equinoccios.
Rápidamente y luego de esta visita, emprendimos a la ciudad de Ayacucho, donde conocimos parte de sus costumbres, culturas e historia, lugares muy hermosos y de inmediato, volvimos a hacer dedo y esta vez, el trayecto fue de casi todo un día para llegar a Cusco, Allí permanecimos recorriendo su centro histórico hasta que en la tarde, por fin nos encontramos en el Planetario de Cusco.
A simple vista se ve como una casa en mitad de un bosque, pero este lugar está lleno de una magia muy agradable, su personal, lleno de alegría y carisma nos atendió de una forma muy amena, así como al público asistente. En el planetario, no solamente conocerás la astronomía tradicional, sino la astronomía, constelaciones y cosmovisión Inca, luego de conocer la experiencia de aproximadamente 2 horas, pasamos la noche en un área cerca del planetario, donde al amanecer un grupo de llamas pastaba cerca de nuestras carpas.
Recibimos una invitación del grupo AWQACHIC LAB un taller en Urubamba, al norte de Cusco dirigido por un grupo de chicas muy animadas y divertidas, donde realizamos divertidas actividades con niños de todas las edades y adultos que nos acompañaron en nuestras demostraciones de ciencia interactiva.
Ese fin de semana, disfrutamos de esta Casa-Taller y la buena vibra que se respira y percibe en la misma y donde cualquier persona que desee desarrollar talleres Educativo-Interactivo puede dejar su aporte y hacer crecer a los niños y al emprendimiento al mismo tiempo.
¿Y qué hay de las ruinas?
Generalmente, la visita a Cusco, para muchos significa Machu Pichu, Montaña de Winikunka o (arcoíris), Moray Maras, entre otros, obviamente nosotros como mochileros teníamos como objetivo visitar las mismas luego de nuestra visita al planetario. Sin embargo, nuestros planes cambiaron al conocer que la temporada en la que hemos llegado es generalmente de lluvias, por otro lado, siendo temporada vacacional en Perú hace que no solo la visita sea mayormente nublada impidiendo la amplia observación de los lugares emblemáticos sino también muy costosa, así que, seguimos las recomendaciones de los guías de la Dirección de Turismo que muy amablemente nos atendió y omitimos nuestras visitas hacia estos lugares hasta una mejor época donde el clima sea favorable y los precios no tan altos.
Los conocimientos adquiridos en esta primera visita al Cusco, nos ha hecho planear mejor las logísticas necesarias para que, en nuestro retorno, podamos llegar con más tiempo en nuestra agenda y visitar más de las 15 atracciones turísticas que se encuentran, no en Cusco, la ciudad Puma, sino en los alrededores, mismas que representan una identidad que deben conocer no solo los viajeros o los astrónomos sino, todas las futuras generaciones.
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