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¡CUARENTENA!

Actualizado: 19 ago 2020

Probablemente la siguiente línea haya sido repetida en este blog:

"Han pasado casi 3 años desde la última vez que me enfermé"

y desde el momento que inició la pandemia, cierre de fronteras y cuarentena, no pude mantenerme en un lugar fijo cumpliendo con esta debido a mi situación de mochilero por lo que me vi obligado a viajar desde Marzo hasta Agosto a través de Brasil.


Santa María, Bagé, Pelotas, Casino, Porto Alegre, Florianópolis, Curitiba y Sao Paulo, fueron los destinos visitados durante este tiempo, incluyendo planetarios y observatorios. Tuve en todo momento el apoyo de la Asociación Brasilera de Planetarios, quienes me acompañaron en mi aventura y a quienes jamás dejaré de agradecer por su bondad y amistad en todo momento.


Sin embargo, Brasil era un país con los índices más altos de contagios y casos de Coronavirus en el mundo, por lo que a medida que continuaba viajando, el riesgo de contraer el virus del COVID-19 era cada vez mayor, por lo que una vez que llegué a Sao Paulo y tomando en cuenta que mis recursos comenzaron a limitarse, tomé la triste decisión de abandonar el país, interrumpiendo la ruta que había trazado y modificado, decidí volver al sur, al destino que estuve apunto de cruzar en el mes de marzo y donde hasta ahora, es el país con menos contagios en el continente y mayores controles, Uruguay.


Con mis últimos recursos planifiqué el viaje que duraría unos 3 días en bus aproximadamente y me puse en contacto con algunas personas cercanas a la frontera, contando mi historia y mis intenciones de ingresar al país, consulté noticias, protocolos y me puse al día con todos los pasos a seguir para ingresar a Uruguay, pues su frontera está cerrada a los países vecinos, pero no podía dejar de intentarlo. Con la información obtenida emprendí este viaje, llegando a la mañana del 02 de agosto al país.

Expliqué mi situación y al no poder ingresar como turista, solicité refugio en el país ya que mi salud estaba en peligro y las probabilidades de contagio ya eran muy altas, no poseía recursos para volver por lo que era mi última opción. Así que después de algunos procedimientos y protocolos, papeleo y revisiones migratorias me permitieron el ingreso como refugiado, pero con una condición. Someterme a un hisopado o prueba PCR para descartar contagios de COVID-19 y cumplir una cuarentena obligatoria y supervisada, lo cual acepté sin lugar a dudas pues yo mismo quería prevenir cualquier situación.

Justamente en este lugar, La frontera entre Brasil y Uruguay, Aceguá tomé el test de COVID-19 y fui recibido además del funcionario de Migración, por el Alcalde de la ciudad, Eduardo Ramos quien se apersonó hasta la oficina para conocerme y de inmediato trasladarme al lugar donde pasaría los siguientes 7 días hasta el próximo Test que descartaría la presencia del virus totalmente. En este lugar tendría todas las comidas y atención necesarias para evitar salir del lugar, además recibí notificaciones de la policía y el ministerio de salud de NO SALIR del lugar por nada del mundo, lo cual lo recibí como una de las mejores medidas de prevención y que felicito al municipio por aplicarlas.

Esa misma noche de mi llegada recibí un mensaje en mi celular de que otro venezolano había llegado a la frontera y que sería puesto junto a mi en la cuarentena. Alvaro y yo nos hicimos amigos en el primer día, ambos teníamos muy buenas historias para contar por lo que la convivencia fue muy divertida. Al día siguiente nos dieron los resultados del primer test, NEGATIVO PARA COVID-19 por lo que esa semana comenzamos con buen pie, siendo noticia en el departamento que nos dio la bienvenida.

Una semana de convivencia que pasó bastante rápido, con lo necesario para no tener que salir de allí, buen internet, comidas que Juan Gil nos llevaba en todo momento entre otras cosas, además de la atención brindada por la municipalidad y oficiales de policía que frecuentemente nos visitaban para asegurarse de que todo estaba bien y la secretaria de salud que nos preguntaba por nuestra condición. Una cómoda estancia que terminó con el segundo test realizado que también resultó negativo y con lo que nos permitieron continuar nuestro viaje en el país.

Nuestra siguiente parada fue la ciudad de Melo, donde nos esperaba la periodista Silvia Techera, quien ya había conocido mi historia antes de ingresar al país y quien fuera a través de sus publicaciones en el portal La Voz de Melo la primera fuente de información de la situación de la frontera uruguaya, hizo seguimiento de nuestra situación durante los días de cuarentena y a quien agradecimos por hacer visible esta historia en sus redes, fue allí, antes de partir a Montevideo que fuimos entrevistados por ella, esta vez en la vía pública en un territorio libre de COVID-19.

La entrevista:


Es así como Álvaro y yo tomamos un rumbo hacia Montevideo y una vez allí cada quien retomó su camino, Álvaro también es un viajero, ha logrado recorrer varios países como experto en temas de Criptomonedas y con quien aprendí mucho del tema durante esa semana, es un joven muy alegre y con experiencia en economía y a quien puedes seguir en sus redes sociales por si quieres aprender sobre "Como viajar con Criptomonedas"


Yo mientras tanto viví un momento muy especial ya que tuve un reencuentro con mi compañero divulgador del Planetario Humboldt de Caracas, Salomón Gómez en Montevideo, mi ciudad 200 de todo el viaje y donde esa historia será contada en la próxima entrada.


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